viernes, 8 de noviembre de 2013

Impresiones del reglamento (II)



En la primera parte de nuestro análisis sobre el reglamento nos centramos en aspectos relacionados con la experiencia vivida por alguien cuando descubre este juego destacando dos opciones: que alguien te enseñe o que aprendas por tu cuenta leyéndote el reglamento.

Hoy comenzamos la descripción de las diferentes impresiones que se han distribuido en nuestro país del reglamento. Es, por lo tanto, un análisis de las Impresiones del reglamento de forma literal. Analizaremos los errores y aciertos de cada uno de ellos.

Existen tres ediciones diferentes del reglamento (juego básico). Las dos primeras corresponden a los años 2000 y 2005 y entre ellas hay muy pocas diferencias mientras que la tercera corresponde al año 2008. A estas tres versiones habría que añadir el reglamento del Carcassonne X Aniversario y la versión contenida en el Carcassonne Plus. Si bien no es exactamente el mismo juego también haremos alusiones al reglamento de Carcassonne Edición Invierno.

En este bloque estudiaremos cada detalle de las dos primeras versiones; las que poseen fecha de copyright de los años 2000 y 2005.


Ambas tienen el mismo tipo de encabezamiento: Carcassonne sobre un fondo azul rectangular de esquinas redondeadas. Curiosamente es la edición fechada en el año 2005 la que presenta una serie de erratas que no encontramos en la edición más antigua.


Lo primero que nos llama la atención es la edad mínima recomendada. Mientras que en las instrucciones figura 10 años en la inscripción de la caja la edad mínima es de 8 años. Alguien podría llegar a molestarse si compra un juego pensando que es adecuado para su hijo de 8 años y al comenzar a leer las instrucciones advierte que, según las normas, es para chavales desde 10 años... Pero que nadie se preocupe: Carcassonne es un juego adecuado a partir de 8 años.

Dentro de la sección Componentes del juego encontramos los aspectos más desafortunados. Los dibujos de los meeple son horribles y se muestran de frente, sin ningún tipo de perspectiva. Por otro lado, el marcador, con casillas de color gris, no corresponde con el que encontramos realmente dentro en la caja y no se muestran los diferentes reversos de las piezas.


La mala traducción de la palabra Kloster por claustro en lugar de monasterio es algo que siempre nos ha irritado. Este error está presente desde las primeras traducciones del juego y se ha consolidado tanto que ahora resulta casi imposible rectificarlo.

Si nos fijamos en la sección de Preparación observaremos en la versión de 2005 hasta cuatro erratas que se debieron escapar durante la revisión: emsa en lugar de mesa, frases que comienzan con letra minúscula,...

Dentro de la fase del turno referente a la puntuación aparece la indicación "si al colocar una pieza de territorio se completan...    ...se suman de inmediato sus puntos". En nuestra opinión hubiese sido mejor indicar que "si al colocar una pieza de territorio se completan...    ...se puntuará al final del turno".

Dentro de la sección Colocar las piezas de territorio en juego encontramos la frase que supone el origen del Carcassonne Portugués*: "los claustros (monasterios) son una excepción a esta norma, ya que no se encuentran divididos en varios segmentos…". Si bien es cierto que los monasterios no están divididos en varios segmentos muchos jugadores interpretaron esta frase de forma equivocada aceptando que las piezas de territorio con monasterios no debían mantener en sus cuatro laterales la continuidad de caminos, ciudades o campos.

* En el reglamento publicado para Portugal los dibujos reforzaban esta idea por lo que nosotros acabamos bautizando a este tipo de error como Carcassonne Portugués. Puedes ver más sobre esto en nuestro artículo Carcassonne Portugués. En el reglamento en español los dibujos son correctos.

De la página 2 lo que más os llamará la atención es que los granjeros no se colocan tumbados. Esta circunstancia no aparecerá reflejada en el reglamento hasta el año 2008. También es interesante analizar el orden en el aparecen las diferentes construcciones/seguidores. Este orden se verá alterado continuamente hasta que se unifique en el actual: camino/ladrón, ciudad/caballero, claustro/monje y granja/granjero.


Se muestran dos ejemplos de dónde se podría desplegar un meeple. La elección de estas situaciones es muy acertada: en una se muestra como un jugador no puede desplegar un seguidor en una construcción reclamada por otro jugador mientras que en el segundo ejemplo se escenifica una situación diferente en la que un jugador no puede desplegar un seguidor en una construcción que él mismo ya ha reclamado. En el segundo ejemplo no comprendemos por qué una de las flechas es de color rojo.


Dentro de la sección Caminos completados no aparece la opción de que el camino esté cerrado sobre sí mismo. Tan sólo puede tener comienzo/final en un cruce, una ciudad o un monasterio. Se trata de una omisión que podría haber generado en una interpretación interesante: solo los caminos con utilidad, los que van de un sitio a otro, otorgan puntuación al jugador.**

** Puedes analizar mejor esta opción en nuestro artículo El valor de un camino: una idea de utilidad

En la página 3 aparece la explicación sobre puntuación de Ciudad completada. Se emplea el concepto segmento en lugar de número de piezas de territorio. Si bien en el texto no aparece una aclaración al respecto del análisis del ejemplo se puede deducir la forma correcta de puntuar una ciudad. El hecho de que no aparezca textualmente que lo importante es el número de piezas y no el número de segmentos podría dificultar la comprensión de la regla.


A la hora de explicar el caso concreto de las ciudades de solo dos segmentos  nos llama la atención que se especifique que los escudos aportan solo un punto. Todavía no hemos encontrado losetas que puedan generar ciudades completadas de dos segmentos con escudo. Quizás sea una forma de incluir de antemano futuras posibilidades aunque nosotros veríamos más adecuado reducir el reglamento básico dentro de lo posible y añadir esta circunstancia en el reglamento de aquella expansión que incluyese alguna loseta de este tipo.

En esta misma página se explica como se puede, en el mismo turno, colocar pieza, desplegar seguidor y puntuar. Aunque el texto comienza haciendo alusión a las tres opciones enseguida el monje desaparece.


La definición de granjas es algo confusa. El texto que indica que las granjas tienen como extremos, entre otros, "el área donde se juegan las piezas de territorio" resulta una indicación poco adecuada. Además se cuelan en un solo párrafo de nuevo varias erratas (hay tres frases que empiezan por letras minúsculas).

En la página 4 aparece la puntuación de las construcciones incompletas en el recuento final. El texto se podría modificar ligeramente ya que el monje/monasterio aparece y desaparece aunque lo que más llama la atención es que en el ejemplo falta un comentario sobre la ciudad en la que el jugador verde tiene dos caballeros frente a un solo seguidor del jugador negro.


El reglamento acaba con la puntuación de las granjas. Se trata de la segunda versión* de las reglas relativas a las granjas por lo que alguno de los ejemplos no es válido en la actualidad.

* En esta segunda versión un jugador no podía abastecer a la misma ciudad desde granjas diferentes.

El hecho de que la granja deba bordear las ciudades para poder puntuar no es del todo correcto. Basta con que al menos una parte de la muralla esté en contacto con la granja y aunque la ciudad pueda estar totalmente rodeada por la granja esta circunstancia no es obligatoria.

La frase final "cuando todas las ciudades hayan sido puntuadas" revela que este reglamento incluye la segunda versión acerca de las reglas de puntuación de granjas. En la versión actual lo importante es ir puntuando granja a granja y no ciudad a ciudad.

Lo que más apreciamos de este reglamento es que es el reglamento del Carcassonne. Sabemos que es un comentario aparentemente absurdo pero valoramos que es el reglamento con el que muchísimas personas se han iniciado en este apasionante juego. Es un reglamento de volumen reducido y sus cuatro páginas suponen una herramienta perfecta para iniciarse en este juego.

Muchos de los ejemplos y gráficos resultan muy adecuados pero nos preocupa la enorme cantidad de erratas presentes en el texto y por supuesto la imprecisión en cuanto a los criterios de piezas vs segmentos así como la aparición de reglas de granjas ya descartadas.

En nuestro próximo bloque analizaremos el reglamento de 2008 y os mostraremos los cambios que se produjeron frente a estas dos versiones.

Carcassonne, Pieza de Inicio